Hola a todos!!!!! Comenzamos nueva semana y quiero hacerlo dando gracias dobles…
♥ Gracias por la increíble acogida de nuestra fiesta «Yo fui a EGB y a BUP, también»… se puede decir que hemos batido récord de visitantes, así que estoy completamente entusiasmada!!!
♥ Gracias por vuestro apoyo en Facebook!!! La semana pasada superamos la barrera de los 6.000 fans, así que comprenderéis que esté pletórica y completamente agradecida. Por cierto, si te gusta Celebra con Ana y aún no nos sigues en Facebook te recomiendo que lo hagas: publico todos los días, así que siempre hay novedades 😉
Y después de este comienzo de post tan agradecido :-), os presento mi propuesta para hoy…
¿Quién no conoce los molinillos de papel? Desde luego que todo el mundo!!!
Es uno de esos clásicos de toda la vida que se ha reconvertido en una tendencia de total actualidad en la decoración de fiestas o mesas dulces. A mí me recuerdan mucho a mi infancia, cuando los compraba en las ferias de verano y los plantaba en los maceteros…. me quedaba embobada viendo cómo daban vueltas con el viento 🙂
Los que he preparado yo son un poco «de pega» y no dan vueltas…. pero es que tampoco me hacía falta porque su función iba a ser meramente decorativa….. otro día os enseño para qué los he utilizado pero hoy quiero compartir con vosotros un «paso a paso» para que veáis cómo se hacen.
Para prepararlos en casa vamos a necesitar los materiales siguientes:
♥ Papel o cartulina reversible, quiero decir, con estampado en ambas caras. La podéis encontrar en la mayor parte de tiendas de material de manualidades, así que no tendréis problema. Si no la encontráis reversible, no pasa nada, solo que al doblar las puntas habrá algunas que queden blancas y el efecto no es tan resultón al final.
♥ Tijeras, lápiz, troquel de agujeros
♥ Pistola de silicona
♥ Palos de madera, de venta en los bazares
♥ Broches, de los de patitas de toda la vida, para poder cerrar las puntas en el centro del molinillo. Normalmente las podemos encontrar de color dorado, pero os animo a que compréis algunas de colores porque son un «fondo de armario» perfecto para nuestras manualidades.
Lo primero que tendremos que hacer es recortar cuadrados de cartulina, de diferentes tamaños, para que os queden molinillos más grandes y otros más pequeños.
A continuación, doblaremos dos veces por la mitad, para que al desdoblar me queden las marcas de las líneas centrales. Hacemos un agujerito en el centro, ayudados por la punta de nuestras tijeras. Por ese agujero meteremos al final las patas de nuestro broche.
A continuación cortamos por las marcas, hasta llegar a, más o menos, 2 cm. del centro. Después, perforamos una punta sí y otra no. El siguiente paso será coger las puntas troqueladas y llevarlas hacia el centro. Sujetamos las puntas colocando el broche y estiramos las puntas por detrás.
Por último, colocamos el palo por detrás y aplicamos un poco de silicona caliente para fijarlo al molinillo bien fuerte sin que se nos caiga.
Solo nos queda disfrutar de nuestros molinillos como más nos apetezca…. otro día os enseño cómo los he utilizado yo 😉
Me despido por hoy, el jueves más ♥
No se qué me pasa con los molinillos, es que me encantan! Haria una fiesta sólo de molinillos, tienen tantas posibilidades!
me encantan los molinillos, son tan alegres ! un tutorial fantastico! Enhorabuena por esos 6000 fans ! bicos
Felicidades Ana por tu éxito! Y respecto a los molinillos, la verdad que dan muchísimo juego, ya sea para decorar un regalo (sin palito), para decorar una mesa dulce…Un besito!
Los molinillos siempre me transportan a mi infancia, me encantan!!
Normal que la fiesta haya tenido tanto éxito Ana, era sencillamente impresionante y a todas las que tenemos una edad, nos transportó literalmente a nuestra infancia, lo cual es maravilloso.Y que te digo de los molinillos??? adorables.MUAKKKKK
Son taaaaaan bonitos… jiji. Me encantan los molinillos!